¿Quién no ha escuchado hablar de las denominadas
Primaveras Árabes? Si usted que me lee contesta a esta pregunta, probablemente
su contestación será que por supuesto que ha oído hablar de los conflictos que
asolaron a los países “árabes” en el año 2011. Con gran seguridad mencionará
Túnez y Egipto por ser aquellos que salían con mayor frecuencia en los medios
de comunicación. Ahora bien, si a usted le preguntan los orígenes, causas y
consecuencias que estas han tenido, quizá la respuesta sea algo más escueta y
me diga algo como un movimiento contra los dictadores de esos países, de lo que
seguramente le suene Mubarak en Egipto o poco más. Sea como fuere, estas serían
las respuestas que yo le habría dado antes de comenzar esta investigación. Así
que a la hora de decidir tema sabía que quería saber más sobre esta primavera
que habían salido en medios y redes sociales constantemente hace escasos años.
Me apasiona la literatura, en concreto la novela, confieso que por más
académica e intelectual que pueda ser o llegar a ello algún día, no suelo
disfrutar la poesía, mal que les pese a muchos en este ambiente académico donde
afirmar lo anterior pareciera un sacrilegio. En mi búsqueda de alguna novela
relacionada al tema confieso no encontré prácticamente nada. En el último
momento topé con Calle de los Ladrones, que como apunta su contraportada bajo
la firma de Le Monde, “Calle de los
Ladrones es una novela desencantada y humanista sobre el exilio en el tiempo de
las primaveras árabes”, y con esta afirmación fue que escogí esta novela
sin dudar. Ambientada entre Marruecos y España cuenta la historia de Ladjar, un
joven musulmán de Tánger que sueña con una vida diferente al otro lado del
estrecho que separa España del país marroquí. Su vida, en un entorno represivo
y de fuerte creencias religiosas provocarán que al ser descubierto su “pecado”
de hacer tenido relaciones sexuales con su prima Meryem por su familia y
echarlo de casa, cambie por completo. Así comienza la novela que me ocupa, con
la historia de vida de un joven musulmán marroquí que solo, sin más amistad que
la de su amigo Basam, deba comenzar a buscarse la vida. Esta le llevará a
trabajar para el jeque Nerudine hasta laborar en un barco que cruza
constantemente el estrecho hasta que consigue adentrarse en España y llegar a
Barcelona. En todo este periplo, una española, Judit, con la que mantendrá una
extraña relación de amor y amistad, será la mujer que le robe los pensamientos
y que provoque que Ladjar viva en Barcelona, de donde ella es oriunda. Todo
ello en el marco de la primavera árabe del 2001 que comenta Le Monde.
Por todo lo anterior, el presente ensayo pretende ser un
acercamiento a varias realidades actuales del panorama global como son la
emigración, el exilio y el “fuera de lugar” que ello suele llevar de la mano en
un contexto político concreto en el que las movilizaciones de tunecinos,
egipcios y marroquíes, entre otros, piden a gritos un cambio en la estructura
de gobierno de los respectivos países ante el desempleo, la represión y la
tortura que eran ¿son? el pan de cada día de muchas personas . A través de la
novela del francés Mathias Enard, Calle
de los Ladrones, propongo analizar estas cuestiones tan habituales entre
nuestros informativos y/o redes sociales diarios. Todo ello bajo la fiel
creencia de que la literatura sirve en muchas ocasiones para acercarse a
cuestiones de la Historia “científica”. En este caso particular, el hecho de
tratarse de un tema tan reciente en la Historia provoca que sea través de los medios de comunicación o de la
literatura las formas más cercanas de entender este hito histórico que han
supuesto las revoluciones de los países árabes.
En este sentido, me he valido de varios
documentales sobre la primavera árabe que pueden consultarse al final del
ensayo así como del movimiento español de los #Indignados que Ladjar vivirá de
primera mano en su estancia en Barcelona. Para la cuestión del exilio y el
llamado fuera de lugar, he tomado la idea del título homónimo de la obra de
Edward Said así como la biografía de Juan Goytisolo Coto vedado, a los que contextualizaré más adelante y con los que
compondré comparativas ante parecidas situaciones de exilio
Saludos Lara. Buena entrada, quizá un poco larga, pero que ilumina acerca de tu proyecto y de los presupuestos teórico-metodológicos que lo sustentas. Si pudieras añadir algo en cuanto a unas conclusiones preliminares de tu investigación, creo que sería de utilidad para todos.
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